PSICOLOGÍA DEL NIÑO

Es más compleja de lo que parece. A partir de los dos años de edad, empiezan a surgir problemas de conducta y comportamiento en los niños. Es entonces cuando las mamás y los papás empiezan a preguntarse cómo actuar con respecto a la forma de reaccionar de sus hijos frente a diferentes situaciones.

Los miedos más comunes en la infancia, la baja autoestima, las motivos de las mentiras, los celos del hermanito, la etapa de los “no” y si es conveniente o no dar un azote al niño son algunos de los aspectos que más preocupan a los papás.
Si bien es cierto que, en lo referente a la psicología del niño, también surgen muchas dudas con respecto a todo lo relacionado con el mal comportamiento: cómo regañar al niño, qué hacer frente a una rabieta, cómo ponerle límites, cómo conseguir que haga caso o qué pautas seguir con un niño agresivo. Existen técnicas de control emocional, como la del semáforo, que te ayudarán a solventar los problemas de conducta infantil. Aquí encontrarás las respuestas a todas tus preocupaciones.


Seguro que has oído hablar mucho de la psicología inversa, que se basa en pedirle a alguien que actúe de una manera para conseguir que haga todo lo contrario. Es decir, debes dar un mensaje que nunca darías a la persona con el fin de conseguir que haga justo lo opuesto a lo que le estás diciendo. Pero, ¿esta técnica funciona? Lo cierto es que puede ser muy efectiva con los niños si se hace de forma correcta.

La psicología inversa puede aplicarse cuando la razón no es motivo suficiente para convencer al niño de que haga una cosa. Ante esta situación, frente a un niño desafiante y tozudo que se niega a hacer algo (a comer, recoger la habitación, subir al coche, etc), puedes poner en práctica la psicología inversa, recomendada especialmente entre niños pequeños que van con el "no" por delante. Eso sí, conviene no usarla demasiado, ya que se corre el riesgo de dañar la autoestima del pequeño.
 la mayoría de las personas no les gusta que les digan lo que deben hacer y, claro está, a los niños tampoco. Además, algunos niños muestran un carácter fuerte y desafiante ya desde pequeñitos, reclamando su independencia. Por este motivo, es posible que tu hijo se muestre tozudo frente a tus palabras, queriéndote llevar la contraria a menudo. Vaya, que actuaría bajo la premisa de "quiero hacer algo simplemente porque me lo prohíbes". Ante esta situación la psicología inversa funciona muy bien.


Cabe mencionar que la técnica conductista de la psicología inversa no está bien vista por todos los psicólogos. Mientras algunos consideran que se puede utilizar como una estrategia puntual para influir de forma positiva en el niño, otros la descartan al considerarla una forma de manipulación. Y es que resulta evidente que no puede utilizarse de forma habitual, ya que dejaría de tener eficacia y tiene sus efectos negativos.
Con el uso de la psicología inversa, los padres hacen que su hijo crea que una decisión la ha tomado él, cuando realmente la han elegido ellos. Por ejemplo, si el niño no quiere comer algo, un ejemplo de psicología inversa sería decirle: "No pasa nada, no te lo comas. 

Comentarios

  1. Un niño es imitador por excelencia, todo lo que los personas hacen hablan o actúan, los niños trataran de imitar. Sin duda alguna el mundo de los niños es amplio y maravilloso para poder estudiar desde la perspectiva psicológica.

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